domingo, 27 de junio de 2010

París

Ya hace tiempo que estuve en París, fue en el viaje de estudios del instituto. La verdad es que apenas recuerdo nada de ese viaje... parece que hubo demasiada fiesta. Esta vez he vuelto con la compañía de mi padre y bastante más relajado.Hemos estado durante 7 días allí, aunque el primero correspondía al viaje de ida de Logroño a Madrid en el correspiente autobús de PLM y el vuelo con Ryanair de ida de Madrid a París y el último al correspondiente regreso.

Lunes, día 21
Llegamos al aeropuerto de Beauvais, situado a 80Km al norte de París y usado casi exclusivamente por la compañía de bajo coste Ryanair.
Tomamos un autobús que nos llevó hasta Porte Maillot, una de las múltiples entradas a la ciudad de París. Desde allí tomamos el metro hasta la Place de Clichy, lugar donde estaba situado nuestro modesto aunque barato hotel.

Por la noche salimos lo justo para dar una vuelta por el barrio de Pigalle, situado justo al lado de nuestro hotel y muy conocido por ser el corazón del distrito rojo de París.

El archiconocido Moulin Rouge

Martes, día 22
Este día hicimos un muy largo recorrido. Empezamos optando por no tomar el metro y por acercarnos al centro "a pata". Pasamos por las galerías La Fayette y la Opera Garnier, aunque no entramos a ninguno de los dos. De allí nos acercamos a los "passages couverts", una especie de estrechas galerías acristaladas con locales muy chulos.

De camino a la oficina de turismo central, pasamos, aunque no nos entretuvimos, por el edifico de la bolsa y por el Palais Royal. En la oficina de turismo cojimos abudantes folletos y compramos el Paris Museum Pass, absolutamente imprescindible si se quiere visitar en condiciones la ciudad. Hay varias modalidades, nosotros cojimos un ticket para 4 días que nos costó 48€, es caro pero es mucho más caro pagar el ticket de cada museo o monumento por separado; además tiene la ventaja de que nos evita las colas de espera en cada monumento para la compra de la correspondiente entrada.

El primer museo al que entramos fue el Museo D'orsay, el más famoso después del Louvre. Este museo, entre otras cosas, está dedicado especialmente a pintores impresionistas o post-impresionistas. Podemos contemplar obras de pintores tan famosos como Van-Gogh, Monet, Renoir o Manet.

Museo D'Orsay al otro lado del Sena

Nuestra siguiente parada fue "Los Inválidos". En este edificio está situada la enorme tumba de Napoleón. También aprovechamos la entrada para ver una exposición sobre la I y II guerras mundiales. Antes de llegar a "Los Inválidos" tuvimos el place de ver el puente de Alejandro III, con diferencia el más bonito de todos los que cruzan el Sena.


Pont Alexander III

Al fondo, Los Inválidos

Después de comer en un barato Kebab retrocedimos para ver el Museo dedicado al genial escultor Rodin. El museo tiene las esculturas tanto dentro del edificio como fuera en los jardines.


Los Burgueses de Calais

El Pensador

Después nos acercamos hasta los Campos de Marte, la final de los cuales está el símbolo más famoso de la ciudad: la Torre Eiffel.

Torre Eiffel vista desde Trocadero

Nuestro siguiente destino es otro símbolo de París: el Arco del Triunfo. Antes de subir a lo alto nos entretuvimos un rato observando el caótico tráfico en la Plaza de Charles de Gaulle. Es increíble ver como no hay más accidentes en una rotonda en la que la prioridad la tienen los coches que se incorporan a la rotonda y nos los que van por dentro.

 Arco del Triunfo


Campos Eliseos vistos desde el Arco del Triunfo

Distrito de la Defense visto desde el Arco del Triunfo

Bajamos del Arco del Triunfo y recorrimos los 2Km de los Campos Eliseos que acaban en la Plaza de La Concordia, famosa por el monolito egipcio que se llevó Napoleón.

Nos acercamos a ver la iglesia de "La Madalaine" de estilo neoclásico. Antes de llegar pasamos por el restaurante Maxims, famoso por ser probablemente el más caro del mundo.

Miércoles, día 23
Empezamos el día acércandonos al la isla de la cité, una isleta en medio del Sena donde se dice que empezó a nacer la ciudad de París.
Allí nuestra primera visita fue a la catedral gótica de Notre Dame. Se peude subir a sus torres pero había demasiada fila ya desde priemra hora y decidimos no esperar.

Después rodeamos Notre Dame para dar un pequeño paseo por su vecina, la isla de Saint-Louis, la cual no tiene nada de especial aparte de su tranquildad.


Famosa cara oeste de Notre Dame

Interior de la Catedral

Aparte de Notre Dame la isla de la Cité tiene otras pequeñas joyas como son la capilla de Saint Chapelle o la Conciergerie, un antiguo edificio que fue usado como palacio, carcel e incluso por el tribunal revolucionario.

Piso inferior de Saint Chapelle

Salimos de la Cité por el Pont Neuf, el más antiguo y famoso de al ciudad.

Ya en la parte norte de la ciudad, dimos una vuelta por el centro comercial de Les Halles y entramos a ver la Iglesia de San Eustaquio, muy parecida por dentro a la Iglesia de Sta Mª del Mar de Barcelona.

A la hora de comer tratamos de buscar un buen sitio en la zona de Montorgueil pero para ser un día de entre semnana es increíble la gente que había, tuvimos que salirnos de esta zona y sentarnos en una solitaria pizzería.

Después de la comida entramos al Centro Pompidou, el museo de Arte Moderno de París. Al igual que en el Tate de Londres me aburrí dentro como una ostra. El arte moderno no es para mi.
Lo que es el edificio sí que es muy curioso, está lleno de tubos de colores de los cuales cada uno representa lo que lleva: azul para el aire, verde para el agua, amarillo para electricidad y rojo para personas.

Curiosa fachada del Centro Pompidou

A salir nos acercamos a ver el Hotel de Ville, el ayuntamiento de París. De allí recorrimos la Rue de Rivoli para acabar que conecta con la Plaza de la Bastilla, famosa por la toma de la Bastilla en la época de la revolución francesa. Ahora no tiene ningún aliciente aparte del enorme monolito que hay en su centro y la gran ópera que hay en frente de la plaza.

 Ayuntamiento con un gigantesco mosaico de Charles de Gaulle

Antes de llegar a la Bastilla también entramos a ver otra plaza cerrada: la Place des Vosges, con unos coquetos edificios de ladrillo y con el aliciente de ver la casa donde nació el escritor Victor Hugo.

A última hora también recorrimos el Boulevard Richar Lenoir que une la Palza de la Bastilla con la de la República.

Jueves, día 24
A primera hora cojimos el metro para ir a los Jardines de Luxemburgo, en el barrio de Montparnasse. Son unos grandes jardines anexos a la sede del Senado Francés.

Luego nos acercamos al Pantheón. Allí está el péndulo de Foucalt, en el mismo lugar donde se hizo su primera demostración en el año 1851. Se utiliza para demostrar la rotación de la tierra y el "efecto coriolis".
En la cripta hay un buen número de tumbas de personas relevantes franceses, entre ellos los ilustrados Voltaire y Rousseau o los escritores Victor Hugo y Alexandre Dumas.
También nos dío tiempo a hacer una visita guiada la cúpula del edificio.

Interior del Pantheon

Al salir dimos una vuelta por el barrio Latino, al sur del Sena. No me pareció que tuviera nada especial. Allí vimos la Universidad de la Sorbona, epicentro de las revueltas estudiantiles de Mayo del 68. También entramos a la iglesia de San Germain des Pres.

San Germain des Pres

Ya por la tarde entramos al Louvre. Ese día cerraban a las 17,30h así que no tuvimos mucho tiempo de verlo, tuvimos que seleccionar las zonas que veíamos. Al final nos centramos en buscar las obras más famosas del museo, entre ellas:
-El código de Hammurabi. Un conjunto de leyes del año 1760 A.C. perteneciente a la antigua Mesopotamia.
-La Venus de Milo. Famosa escultura del periodo Helenístico.
-La Victoria de Samotracia. Escultura Griega.
-Las bodas de Caná. Obra colosal del pintor Italiano Paolo Veronese.
-La libertad guiando al pueblo. Cuadro del pintor francés Delacroix.
-La Gioconda. Seguramente el cuadro más famoso del planeta. Pintado por Leonardo Da Vinci.


Dentro de la pirámide

Fuera de la pirámide

La Gioconda de Da Vinci

La libertad guiando al pueblo de Delacroix

Al salir del museo estuvimos dando un ligero paseo por los jardines de las Tullerías, anexos al Museo del Louvre.

Ya por la noche hicimos el típico paseo nocturno por el Sena en barca.

Torre Eiffel con iluminación nocturna

Viernes, día 25
La mañana la dedicamos a visitar Versalles. Situado a 17 Km al oeste de París, junto a Eurodisney constituye una de las vistas obligatorias de todo turista que visite la capital francesa. Este lugar fue la capital de Francia en la época de mayor apogeo del país, correspondiente con el reinado de Luis XIV y que duró hasta la época de la revolución cuando Luis XVI fue guillotinado.

Llegamos hasta alí en el RER, uan especie de tren de cercanías parecido al metro. Entramos aprovechando la Paris Museum Pass que todavía nos duraba, sino habría que haber soltado 18€.

La visita al Palacio de Versalles (o Chateau de Versailles como dicen los franceses) comprende varias zonas: el Palacio principal, los jardines del palacio, el grand y el petit trianon y los Dominos de Maria Antonieta.

Lso jardines son inmensos y es un placer perderse entre ellos, los que son los palacios no me impresionaron demasiado, me gustaron bastante más los que hay en Postdam, cerca de Berlín.


Palacio principal de Versalles

Gran Canal de los Jardines de Versalles

Pequeña torre en la zona de las Posesiones de Mª Antonieta

La tarde la pasamos conociendo el barrio de Montmartre, situado muy cerquita de nuestro hotel y elevado sobre París en una colina. Lo más famoso de este barrio es la basílica del Sagrado Corazón de Jesús. Se trata de uan zona muy bohemia, llena de acogedores comercios, pintores, artesanos... seguramente sea uno de los barrios que mejor guarda la esencia del antiguo París.

Basílica del Sagrado Corazón.

Sábado, día 26
La mañana de nuestro último día en la ciudad lo dedicamos para ver el distrito financiero de París: La Defense.

Está alejado del centro así que nos trasladamos en la línea 1 del metro hasta la parada que te saca justo en frente del tremendo Arco de la Defense. Por allí estuvimos contemplando lo gigantescos rascacielos que teníamso alrededor, todos ellos correspondientes a las compañías francesas más podersosas. En este distrito están los mayores edificios de la ciudad (torre Total en 2ª posición o torre Areava en 3ª) sin embargo la más alta, la torre Montparnasse, no está aquí.


Arco de la Defense

Torres de la Societé Generale


Después usamos el metro para atravesar el centro de París desde el oeste (Defense) hasta los barrios del este, la única zona de las previstas que nos quedaba por visitar. Decir que estos barrios del este a pesar de no ser marginales sí que nos parecieron los más humildes de la ciudad, todo el resto de zonas que vimos en el viaje tenían un nivel de vida muy alto.

Comenzamos recorriendo el Canal Saint-Martin, a lo largo de sus esclusas y puentes llegamos hasta la Palza de Stalingrado donde cambiamos de dirección para acercarnos hasta el parque que para mi tiene más encanto de París: el Parc de Buttes-Chaumont. Hasta aquí casi no llegan los turistas pero este parque tiene un encanto especial y si se cuenta con tiempo merece una visita obligada. El parque cuenta con unos cuantos senderos que atraviesan un terreno bastante agreste, con constantes subidas y bajadas. En el centro, alrededor del agua hay una colina a la que se puede subir pasando unos puentes.

Parque de Buttes-Chaumont

Muy cerquita pilla el pequeño barrio de Cite Bergeré, una especie de pueblo asilado en medio de París y al que se accede a través de unas empiandas escaleras. No merece mucho la pena verlo aparte de disfrutar de la tranquilidad que se respira.

Atravesamos los barrios de Beleville y de Menilmontant (donde paramos a ver la iglesia de Notre Dame de la Croix) para llegar hasta el cementerio con más encanto y famoso de París: el Cementerio de Peres-Lachoise.

En este cementerio están enterrados personajes como Eugine Delacroix o Edith Piaf, aunque la tumba que realmente causa más sensación es con diferencia la de Jim Morrison. Cuesta encontrarla sin tener un mapa del cementerio.