jueves, 12 de enero de 2006

Alrededores de Urdaibai

Hemos pasado el fin de semana viendo pueblos situados cerca de Urdaibai, zona declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. La verdaz es que los dos días nos han cundido bastante, hemos visitado Mundaka, Bermeo, San Juan de Gaztelugatxe, Gernika y el Bosque de Oma.

Partimos de Logroño el sábado temprano hacia nuestro primer destino: Mundaka. De camino hicimos una breve parada en Amorebieta y justo antes de llegar a Mundaka paramos el coche en un mirador situado enfrente de la famosa playa de Laida desde donde había unas vistas impresionantes de toda la cuenca de Urdaibai. Ya en Mundaka estuvimos andando por toda la zona costera hasta llegar a la iglesia de Santa María, la cual estaba cerrada y no pudimos entrar. Luego estuvimos comiendo unos pintxos en unos bares del puerto. Finalmente, antes de marchar de Mundaka, fuimos a ver la ermita de Santa Katalina, esto es lo que más me gustó de todo el pueblo, es una ermita muy bonita que se encuentra en un sitio inmejorable, justo al borde del mar en una zona de acantilados y rodeada completamente de cesped.



Playa de LaidaCosta


Ermita de Santa KatalinaIsla de Ízaro


Llegamos a Bermeo más tarde de lo previsto, así que enseguida nos pusimos buscar un lugar para comer, lo menos malo que encontramos fue un bar donde todavía quedaban unos pintxos rezagados, entre las tapitas y unos txakolis terminamos de comer y ya nos dedicamos a visitar Bermeo. Yo había estado una vez con mi amiga Erika pero tenía ganas de ver el pueblo más tranquilamente. Estuvimos paseando relajadamente y viendo la iglesia de San Francisco, los jardines que hay en el puerto nuevo, el casco viejo, el puerto viejo y el museo de pescadores, el cual se encuentra situado en la torre de Ercilla.

Cuando nos cansamos de ver Bermeo cogimos el coche y fuimos al lugar por el que principalmente hemos venido este fin de semana a Urdaibai: la Ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Tenía muchas ganas de enseñársela a Edith pues la anterior vez que estuve me encantó. Es de los sitios más románticos que he visitado en mi vida. La ermita se encuentra apenas a unos pocos kilómetros de Bermeo, así que llegamos muy rápido. San Juan de Gaztelugatxe es un sitio mágico, se trata de una pequeña ermita que no destaca por su arquitectura sino por el sitio donde está situada: en lo alto de un peñón en medio del mar enganchado a la costa por una escalera de piedra. Son doscientos escalones de un vía crucis muy transitados constantemente ya que este es uno de los sitios más turísticos de todo el País Vasco. Una vez arriba, en la ermita, no se puede hacer gran cosa ya que el edificio se encuentra completamente cerrado; la gente se entretiene tocando la campana mediante una cuerda que cuelga hasta el suelo (dicen que da suerte al que lo hace) o contemplando las inmensas vistas del mar y los acantilados. Edith y yo decidimos hacer esto último y estuvimos un buen rato allí sentados y apoyados contra una pared de la ermita.



Puerto nuevoSocialismo o muerte


Puerto viejoEscaleras


Vista desde arribaAcantilados en la puesta de sol


Cuando nos marchamos de San Juan de Gaztelugatxe ya había anochecido y nosotros todavía sin saber donde íbamos a cenar y lo que es peor, donde íbamos a dormir, esta vez íbamos en plan aventura total, sin alojamiento ni nada. Decidimos pasar la noche en Gernika, que es el pueblo más grande de esta comarca. Una vez allí tuvimos la suerte de encontrar una pensión bastante aceptable por 40 euros la habitación doble. Una vez resuelto el problema del alojamiento nos dispusimos a arreglar el problema del hambre; nos acercamos a un bar que teníamos cerca de la pensión y cenamos un par de pizzas caseras. Para entonces Edith y yo ya habíamos tenido una inesperada discusión así que nos fuimos a dormir enfadados dándonos la espalda mutuamente...

Esta mañana, tras despertarnos, Edith todavía seguía enfadada así que hemos pasado casi todo el día hablándonos tan sólo lo justo y necesario, ha sido una pena porque hemos estado en sitios muy chulos que podríamos haber disfrutado más si hubiéramos estado bien.
La mañana la hemos utilizado para ver Gernika a fondo:
-El famoso mercado.
-La plaza de los fueros con la estatua de Don Tello (el fundador de la villa) en medio.
-La casa de juntas de Bizkaia de estilo Neoclásico, aquí está situado el famoso roble de Gernika, ese que representa la fuerza y la trayectoria del pueblo vasco.
-El museo de Euskal Herria
-El parque de los pueblos de Europa, que además de ser un parque muy atractivo para la vista tiene dos estatuas famosas: Gure aitaren etxea de Eduardo Chillida y Large figue in a shelter de Henry Moore.
-El mural cerámico del Gernika de Picasso situado en plena calle. Es una copia del cuadro original que se encuentra en Madrid.
-La iglesia de Santa María.
Después del palizón hemos entrado a un restaurante oriental y hemos comido un menú vietnamita, a mi me ha gustado bastante, me ha resultado parecido a la comida china; Edith no ha dicho lo mismo...



Plaza de los fuerosRoble de Gernika


Vidriera en la casa de juntas de BizkaiaEl Gernika cerámico


Cuando estábamos en el parque de los pueblos de Europa hemos encontrado un perrito muy gracioso, ha aparecido de repente de la nada, parecía que vivía él ahí sólo. Lo hemos visto cerca del palacio Udetxea y hemos deducido que era un perrito aristócrata. Nos lo hemos pasado muy bien con él, nos seguía todo el rato y no se ni como lo hacía porque tenía unos pelos muy largos que le colgaban por la cara y yo creo que ni le dejaban ver. Aquí tenéis la foto del elemento:


El Lanitas


Después de comer nos salimos de Gernika para acercarnos al campo, a un lugar cerca de la localidad de Kortezubi desde donde se puede visitar la cueva de Santimamiñe y el bosque de Oma. La cueva estaba cerrada así que nos hemos puesto en marcha a través de un sendero que nos llevaba al bosque de Oma. El camino se ha echo bastante pesado porque Edith y yo seguíamos enfadados y hemos ido cada uno por nuestra cuenta sin esperar al otro. El bosque de Oma es obra de Agustín Ibarrola y se trata de un conjunto de pinturas dibujadas sobre troncos de pino que forman figuras. Se hace bastante entretenido verlo porque algunas de estas figuras sólo son visibles si te sitúas a mirar desde un punto determinado. La gente va de lado a lado buscando el ángulo correcto para poder ver esa figura que tanto se les resiste. En el suelo hay unas marcas que indican hacia donde debes mirar para descubrir las figuras; yo a pesar de estas pistas sólo fui capaz de interpretar unos poquitos dibujos.

Todavía nos quedaba un último punto de destino tal como lo habíamos preparado en Logroño: Elantxobe; pero debido a que seguíamos de mal humor hemos decidido regresar a casa antes de tiempo.
Por si alguien se está preocupando por la bronca que hemos tenido Edith y yo, tengo que decir que al llegar a casa hemos hecho las paces y que a esta misma hora en la que escribo todo esto veo nuestro futuro mejor que nunca :-)



Cueva de SantimamiñeEl bosque de Oma